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Hace años que vamos a Galicia y hace años que veoa las opiniones de esta tapearía. De casualidad y debido a nuestra pérdida por esas carreteras, llegamos allí. Comimos pulpo,richada espectacular (de las mejores que hemos comido) y una especie de pizza cuya base es de tortilla d patata fina y los ingredientes eran por un lado mejillones y por otra de atún. Aunque la,mezcla pueda parecer rara están ambas mitades riquísimas aunque a mí la de mejillón me encanto. El,servicio y la amabilidad con la que nos atendieron a pesar de ser los últimos en entrara a comer fue de mimo,sobre todo la chica morena que nos atendió porque fue súper amable tanto explicándonos los platos como por su atención y que a pesar de que le pregunte su nombre para plasmarlo en la crítica se me ha olvidado(,lo siento) Tiene varias mesas ,alguna de las cuales muy bien colocadas incluso para mantener una relativa independencia e intimidad. Las vistas desde la barra alta que hay nada mas entrar, que es donde comimo es es brutal, a través de la ventana por la que se visualiza la ría, de hecho parece una pantalla de televisor gigante. Ahora ya os tengo ubicados y amenazo con volver.