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Pasamos por alto este local al verlo vacío, pero tras una mala experiencia en otro sitio, decidimos darle una oportunidad... Lo que sucede, conviene. Es un local muy agradable, tranquilo, decorado con buen gusto y con muy buena atención y comida. Eran las 18h y yo no había podido comer nada, muchas cocinas están cerradas y en este local tienen el piscolabis de la tarde (de 17 a 19h si no recuerdo mal). Dulce por 6eu y pico. Y salado por 9.9eu que incluye dos cervezas grandes y un plato entre 5/6 a elegir para compartir. Elegimos las patatas hojaldradas con una salsa ligeramente picante que estaban espectaculares. Sin duda, volveré para cenar y probar más platos.