1 /5
Média de Avaliação
★
Una verdadera pena, un peruano que en su momento era magnífico pese a la algarabia reinante en su sala. Ahora ya es un bodrio. Pedimos ceviche y tanto la perca como la triste patata cocida no cumplían las expectativas de visitas anteriores. De segundo “arroz con cosas” entre las que se les había olvidado hasta trozos de cascarón del huevo. También ordenamos pollo asado con papas fritas todo recalentado y además ya frío. Al final optamos por llevarnos los postres de tres leches a casa ya que no llegaban a la mesa. Nada recomendable y por supuesto no volveré a perder mi tiempo y estómago en ese lugar.