1 /5
Média de Avaliação
★
Le pongo una estrella porque es lo mínimo que me deja si no no le pongo ninguna. Vamos a cenar 12 personas y nos tarda en servir la comida una hora y media dos aproximadamente. Para matar el hambre, una compañera de trabajo le pide unas olivas y su respuesta fue que no ponía por si las otras mesas también le pedía. Al rato vemos que a otra mesa si que le saca y está vuelve a pedirle que si por favor podía sacarle a lo que la dueña coge y le grita que le había dicho que no que se callara ya de pedírselas que no se las iba a poner. Después le pedimos unas patatas bacon y queso y nos dice que de las alargadas no le quedan que nos tienen que poner otras más chicas y redondas y nosotros le decimos que vale que no pasa nada, nuestra sorpresa viene cuando saca a los minutos 3 platos de patatas y varias hamburguesas con estas patatas que se suponían que no tenían. Al igual nos paso con el pan que lo pedimos y nos dicen que no le quedan que sólo de hamburguesa pero 5 minutos después saca una cesta para otra mesa. Con el jamon para unos bocatas más de lo mismo nos dijo que no tenia y después si que tenía para otros clientes. A la hora de pagar nosotros habíamos consumido un bocata por persona menos una compañera nuestra que es vegana y se pidió una ensalada, al traernos la cuenta nos tienen apuntados 28 bocatas, surrealista y nos dimos cuenta porque hicimos una cuenta de unos 150/200 euros y nos llegó una de 300 euros. Después cuando empezamos a pagar cada uno lo que nos corresponde quitaba de cada persona menos de lo que había consumido para que la cuenta nos saliera a seguir pagando más de lo que nos tocaba. Le pedimos la hoja de reclamaciones y nos la lanza de malas maneras que hizo que una compañera mia le provocara un ataque de pánico ante la situación. A otra compañera mia ni le trajo su comida y se tuvo que ir a la confitería más cercana a comprarse un paquete de pipas para matar el hambre hasta llegar a su casa. Las demás mesa también se quejaban de diversos fallos como comida mal puesta, o que tampoco le servían la comida y se tenían que pedir la cuenta de las bebidas e irse al kebab para cenarse algo porque a esa horas ya casi ninguna cocina podrían coger a alguien (esto nos lo comentaron otros clientes disgustados también que hablaron con nosotros). No vuelvo a ir aunque me pagaran todo el dinero del mundo de verdad lo de esta noche ha sido surrealista.