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Média de Avaliação
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Fuimos este puente uno de mayo y nuestra intención de uno de los días fue comer callos por consejo de un amigo íntimo de Oviedo que decidimos ir a este restaurante coqueto, fue un éxito total. Sus callos son exquisitos, de lo mejor que hemos probado, tiernos y sabrosos. Sus dos comensales son perfectos para ir en una cuadrícula, éramos seis. Mención especial para María que nos amaba muy bien y para Maika su cocinero. No hay duda de volver.